Lea lentamente el Evangelio del Domingo (
Lucas 1,39-45). Deje que cada palabra y frase vaya penetrando en su corazón. Luego, puede reflexionar en torno a las siguientes preguntas.
- ¿Quién es María para usted?
- ¿Qué le ha llenado de gozo últimamente?
- ¿Le cuesta creer? ¿Qué es lo que más le cuesta creer?
Puede terminar su oración rezando el Salmo 79
(Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve).
Nota
La Editorial Sadlier ofrece una muy buena reflexión en torno a este Cuarto Domingo de Adviento. Encuéntrela
aquí.