septiembre 27, 2010

Para Ponerse a Pensar

En el corazón del mensaje del Evangelio está el deseo de Dios de compartir con nosotros la comunión de la vida Trinitaria. Jesús vino para invitar a todos a participar en la comunión de amor que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tienen entre sí. Toda la creación está destinada a enseñarnos el plan de amor de la Trinidad por nosotros. Todo lo que Jesús hizo apuntaba a esa meta.