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Todas las noticias de la Oficina de Educación Religiosa de la Arquidiócesis de Hartford en español
El Mes de Octubre es en la Iglesia Católica el Mes del Rosario. El modo de vivir bien esta costumbre de la Iglesia Universal es muy sencillo: rezando el Rosario a diario durante este mes. La costumbre de dedicar el mes de Octubre al rezo diario del Santo Rosario tiene su origen remoto en el S. XVI, cuando, tras la victoria de la batalla de Lepanto, atribuida al rezo del rosario, San Pío V y Gregorio XIII instituyeron el día 7 de Octubre la fiesta de la Virgen del Rosario. El origen concreto puede, sin embargo, situarse en un opúsculo del episcopado español del año 1866 cuya principal finalidad era recomendar a los fieles que dedicasen todo este mes de Octubre especialmente al rezo del Rosario. Al desarrollo de esta especial unión entre Octubre y el Rosario contribuyó enormemente León XIII, sobre todo con su encíclica Supremi Apostolatus, de 1883, en la que mandaba que se rezase el Rosario unido a las letanías lauretanas todos los días del mes de Octubre en todas las parroquias del mundo.
Durante el siglo XX esta dedicación de Octubre al Rosario ha ido cada vez a más, como demuestra, por ejemplo, la encíclica Recurrens mensis October, de Pablo VI (1966), o las recientes Jornadas Mundiales del Rosario, que se celebran los primeros domingos de Octubre, con las cuales se inicia con mucha fuerza la andadura de esta costumbre del mes de Octubre en el siglo XXI. Juan Pablo II ha insistido decenas de veces en la unión que existe entre Octubre y el Rosario. Por ejemplo, el 30 de Septiembre del año 81 decía: "Como saben, mañana comienza el mes de Octubre, que la piedad de los cristianos ha querido unir, de un modo especial, a una recitación más atenta y devota del Santo Rosario... Por eso los quiero exortar a redescubrir y a valorar siempre más, en el mes de Octubre, el Santo Rosario como oración personal y familiar, dirigida a Aquella que es Madre de cada fiel y Madre de la Iglesia".
Al comenzar las sesiones de catequesis, es important que permanezcamos vigilantes respecto al virus H1N1 sin crear ningún tipo de pánico ante una eventual pandemia. No cabe duda que una gran preocupación surge del hecho que los porcentajes de contagio son bastante altos en los niños y niñas de edad escolar (40%) y son menores en otros grupo. Hay pasos de sentido que común que se pueden tomar, pero lo más importante es tomar decisiones que estén basadas en informaciones correctas. El mejor sitio web con fuente de información es mantenido por el gobierno federal. Marque este sitio que también cubre asuntos relacionados con programas pre-escolares. La fuente de información más comprehensiva puede se titula ‘Preparing for the Flu (including 2009 H1N1Flu): A Communication Toolkit for Schools (K-12)’. Puede descargar el archivo (en inglés) aquí.Los sitios mencionados más arriba incluyen directrices para informar a padres, madres y guardianes de cualquier situación, guías para los adultos, pasos concretos para prevenir el contagio, directivas para estudiantes y profesores que se enfermen, etc. También tendrá que considerar desarrollar paquetes de actividades para los estudiantes que se enfermen y no puedan asistir a las sesiones de catequesis. Del mismo modo, es importante seguir las directrices sugeridas por las autoridades escolares y superintendentes de escuelas y con los directores y directoras de las escuelas católicas.
Si sus programas catequéticos se llevan a cabo en una escuela que no es usada todos los días, ustede puede imprimir posters que se encuentran en los sitios web mencionados más arriba en lugares estratégicos. Todas las escuelas han sido provistas de información para ayudarlas en la comunicación con los padres, madres y guardianes. Es muy aconsejable mantener contacto regular con las autoridades escolares en lo que respecta a este asunto.