El ejemplo de Jesús, que llama a María Magdalena al ministerio, y la respuesta de ella, su ejemplo de servicio y entrega, nos ofrecen al menos cuatro pautas para nuestro ministerio hoy. El ministerio se vive con gratitud y entrega; se impulsa con fe y esperanza; se ejerce con determinación y perseverancia; y demanda una comunidad de iguales.