Monseñor Murphy compara los desafíos de los trabajadores de hoy con los de la sociedad de la Revolución Industrial, reflejados en la Encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII en 1891. Algunos párrafos destacados de esta Declaración son los siguientes:
- La dignidad del trabajador es un cimiento a partir del cual debemos medir lo que es bueno, y no tan bueno, en los sectores financiero, industrial y de servicios de nuestra economía y de nuestro mundo.
- Las personas, no las cosas, deben ser el centro -y la medida final- de las nuevas iniciativas para la economía de nuestras naciones, así como para las economías con las que tenemos relaciones competitivas y cooperativas en el mundo entero.
- Deben crearse nuevos puestos de trabajo con salarios y beneficios justos, para que todos los trabajadores puedan expresar su dignidad mediante la dignidad del trabajo y puedan cumplir el llamado de Dios que todos nosotros seamos co-creadores.